Amos 5

Nuevas amenazas contra Samaria

1
1. En este capítulo trata el profeta el mismo tema que en los anteriores, pero en forma de elegía. Casa de Israel: el reino de las diez tribus, contra el cual Amós sigue lanzando sus amenazas.
Escuchad estas palabras

que profiero como lamentación

sobre vosotros, oh casa de Israel:

2Cayó, no volverá a levantarse más

la virgen de Israel;

echada ha sido sobre su tierra,

no hay quien la levante.

3Porque así dice Yahvé, el Señor:

“La ciudad que mandaba a la guerra mil hombres,

quedará reducida a cien,

y la que mandaba cien,

se quedará con diez en la casa de Israel.”

Exhortación a la penitencia

4
4. Buscadme y viviréis: Invitación y promesa a la vez. Ambas se repiten en el versículo 6 para mostrar que Dios no quiere destruir sino salvar; pues el que busca encontrará, como dice Jesús en Mateo 7, 7. Cf. 4, 12; Ezequiel 18, 23 ss. y notas.
Porque así dice Yahvé a la casa de Israel:

“¡Buscadme y viviréis!

5
5. Betel, Gálgala y Bersabee, tres santuarios prohibidos por la Ley. En Betel estaba el becerro, en Gálgala las doce piedras que recordaban el paso del Jordán. A Bersabee lo consideraban lugar santo porque allí vivieron los patriarcas. Dios no quería que los convirtieran en ídolos haciendo allí peregrinaciones (8, 14). Cf. Oseas 4, 15 y nota.
No busquéis a Betel, ni vayáis a Gálgala,

ni paséis a Bersabee;

pues Gálgala irá al cautiverio, sin falta,

y Betel será reducida a la nada.”

6
6. Casa de José: el reino de las diez tribus, llamado comúnmente reino de Israel o de Efraím.
Buscad a Yahvé y viviréis,

no sea que penetre como fuego

en la casa de José y la devore,

sin que haya en Betel quien lo apague.

7
7. Tornar el derecho en ajenjo: es decir: convertir la suavidad en severidad y causar amarguras al inocente.
Vosotros tornáis el derecho en ajenjo,

y echáis por tierra la justicia.

8
8 s. Ejemplos del poder de Dios. Véase Job 9, 9; 36, 27-30; 38, 31. Nácar-Colunga añade estos dos versículos al final del capítulo 4, considerando que aquí no están en su lugar.
Él hizo las Pléyades y Orión;

Él convierte en aurora las más densas tinieblas;

y muda el día en noche;

Él llama las aguas del mar,

y las derrama sobre la tierra,

Yahvé es su Nombre.

9Él trae la ruina sobre los fuertes,

y la destrucción sobre la ciudad fortificada.

10
10. En la puerta: Esto se refiere a la administración de la justicia. Los hombres se reunían junto a la puerta de la ciudad y allí los ancianos y jueces solían tratar los asuntos judiciales. Cf. Isaías 9, 9 s.
Mas ellos odian al censor en la puerta,

y aborrecen al que habla rectamente.

11
11. Como material para las casas se usaba ladrillos; así nos lo han mostrado las excavaciones. Casas de piedra tallada eran cosa de lujo.
Por tanto, ya que pisoteáis al débil

y recibís de él tributo de trigo,

no habitaréis las casas

que habéis edificado de piedras talladas,

y aunque habéis plantado viñas deliciosas,

no beberéis su vino.

12Pues Yo sé la multitud de vuestros crímenes

y cuan graves pecados habéis cometido

vosotros, que oprimís al justo,

aceptáis cohecho y torcéis (el derecho)

de los pobres ante los tribunales.

13
13. El sabio se calla: ¿Para qué hablar si no le hacen caso? Los justos han de esperar en silencio y paciencia lo que disponga Dios. Véase Salmo 36, 5 ss. David dice que a veces callaba aun lo bueno, ante el pecador (Salmo 38, 2 s.). Cf. Lamentaciones 3, 26 y nota.
Por eso el sabio se calla en este tiempo,

pues es un tiempo malo.

14Buscad el bien, y no el mal, para que tengáis vida

y así Yahvé de los ejércitos;

estará con vosotros, como lo decís.

15Aborreced el mal, y amad el bien,

y restableced la justicia en el foro;

quizás Yahvé, el Dios de los ejércitos,

se apiade del resto de José.

16Por lo cual, así dice Yahvé,

el Dios de los ejércitos, el Señor:

En todas las plazas habrá llantos,

y en todas las calles dirán: «¡Ay, ay!»

Llamarán a duelo a los labradores,

y a hacer lamentación a los que saben plañir.

17
17. Pasará por medio de ellos como lo hizo en Egipto cuando hirió de muerte a todos los primogénitos de los egipcios. Véase Éxodo 12, 12.
En todas las viñas habrá llantos,

porque Yo pasaré por en medio de ti,

dice Yahvé.

El día del Señor

18
18. Tremendo sarcasmo. El Mesías, Salvador y esperanza de Israel, había de venir también a hacer triunfar a todos los oprimidos (Salmo 71, 12 y nota) contra los opresores (versículo 11). ¿Cómo podían, pues, desearlo estos? (cf. 9, 4; Isaías 35, 4 s. y notas). Así también cuando Él vino, escondido en la humildad del Cordero, los suyos no lo recibieron (Juan 1, 11), y Él les fue motivo de “ruina” (Lucas 2, 34). Sobre el día del Señor véase Isaías 2, 12 y nota; Joel 1, 15 y nota. Nosotros hemos de anhelar Su segunda venida. Véase II Tim. 4, 8; Apocalipsis 22, 17 y 28 y notas.
¡Ay de los que desean el día de Yahvé!

¿Qué será para vosotros el día de Yahvé?

Será día de tinieblas, y no de luz.

19Será como si un hombre

huyendo de un león da con un oso;

o si entrando en una casa,

al apoyar su mano en la pared,

es mordido por una culebra.

20¿No es acaso tiniebla el día de Yahvé, y no luz,

densa oscuridad sin resplandor alguno?

Condenación del formulismo

21“Yo aborrezco y desecho vuestras fiestas,

y no me agradan vuestras asambleas solemnes.

22Cuando me presentéis holocaustos y oblaciones,

no los gustaré,

ni miraré vuestros sacrificios de (animales) cebados.

23¡Aparta de Mí el ruido de tus cantos!

No quiero escuchar las melodías de tu salterio.

24
24. “Si estas vanas ceremonias, que no agradan al Señor por estar asociadas a la idolatría y a las malas costumbres, se transforman en prácticas sagradas y en buenas obras, entonces el pueblo será justificado y salvado” (Fillion).
¡Corra, al contrario, el juicio como agua,

y la justicia como torrente perenne!

25
25. Lo mismo dice Jeremías (7, 22-23). Algunos intérpretes creen que en el viaje por el desierto las leyes cultuales, en particular las referentes a los sacrificios no pudieron observarse con regularidad.
¿Acaso me ofrecisteis sacrificios y ofrendas

durante los cuarenta años en el desierto,

oh casa de Israel?

26
26. “Sikkut es el nombre del dios asirio Adar-Malek-Saturno. Otros leen sukkat “el tabernáculo” (de vuestro rey y dios), y otros Sakkut, dios babilónico equivalente probablemente a Ninurta, y vierten: llevasteis (en procesión) a Sakkut, vuestro rey; o bien: dios de vuestro rey” (Bover-Cantera). Quiyún o Keván, nombre de un dios del panteón asirio. Cf. Hechos 7, 42 s.
Antes bien, llevasteis a Sikkut, vuestro rey,

y a Quiyún, vuestras imágenes,

la estrella de vuestro dios,

que os habíais fabricado.

27
27. Más allá de Damasco: Alusión al cautiverio que sufrirán más allá de Siria, en Asiria.
Por eso os llevaré cautivos

mas allá de Damasco”,

dice Yahvé, cuyo Nombre es Dios de los ejércitos.
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